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La historia de las chaquetas: ¿Qué chaqueta te favorece?

La moda siempre ha sido un reflejo del espíritu de la época y de la evolución social. En la primera mitad del siglo XX, las chaquetas y los bléiseres para hombre sufrieron cambios radicales que fueron paralelos a los turbulentos acontecimientos en Europa. Desde las chaquetas ornamentales para hombre de la época eduardiana hasta las adaptaciones prácticas durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, y desde el estilo extravagante de los años veinte hasta la modestia de los años treinta, en este artículo conocerás la evolución de las chaquetas y los bléiseres para hombre en Europa durante este período. 

La primera mitad del siglo XX 

La primera mitad del siglo XX fue un período de grandes cambios en Europa, caracterizado por dos guerras mundiales, crisis económicas y cambios sociales. Estos eventos tuvieron un profundo impacto en la moda, y las chaquetas y los bléiseres para hombre se adaptaron a las condiciones siempre cambiantes. Estos acontecimientos históricos no solamente cambiaron las características físicas de las chaquetas para hombre, sino también la psicología detrás de las elecciones de moda. La moda se convirtió en una forma de adaptarse a la nueva realidad, y esto marcaría la pauta para el desarrollo posterior de las chaquetas y los bléiseres para hombre en las décadas venideras. 

Chaquetas para hombre durante la época eduardiana 

A principios de siglo, durante la época eduardiana (1901-1910), predominaban las chaquetas para hombre con cortes ajustados, cuellos altos y siluetas largas y esbeltas. Se hizo hincapié en una cintura definida, que acentuaba la figura masculina. Esto reflejaba las normas sociales de la época, en las que primaban la elegancia y la formalidad. Esto también se tradujo en la elección de materiales para las chaquetas para hombre. Las chaquetas para hombre durante esta época solían estar hechas de telas de alta calidad que simbolizaban estatus y prosperidad. 

Uno de los materiales más comunes para las chaquetas para hombre durante la época eduardiana era la lana, en particular la cachemira y el tweed. Los abrigos de cachemira eran amados por su calidez y textura suave y lujosa. A menudo se encontraban en colores oscuros como azul marino, negro y gris oscuro, acordes con el estilo formal de la época. 

El tweed, un tejido de lana resistente con una textura rugosa característica, se hizo popular para las chaquetas para hombre más informales y la ropa exterior deportiva. Era duradero y adecuado para actividades al aire libre como la caza y la pesca. Las chaquetas de tweed se caracterizaban a menudo por tener patrones sutiles y colores terrosos, que reflejaban la vida rural y las tradiciones aristocráticas de caza. Esta es también la tela con la que se hicieron muchas de las prendas de la serie Peaky Blinders

Además de la lana, también existían abrigos de terciopelo, seda y pieles, que se usaban en ocasiones especiales y eventos nocturnos. Estas telas enfatizaban la sensación de elegancia y grandeza tan apreciada en la moda eduardiana. 

La Primera Guerra Mundial 

La Primera Guerra Mundial (1914-1918) supuso un cambio radical en la moda para hombres. Consideraciones prácticas condujeron a chaquetas más cortas y holgadas que eran más fáciles de usar, ya que los hombres solían vestir uniformes. Se introdujo la ‘gabardina’, originalmente diseñada para las trincheras. Esto marcó el comienzo de un enfoque más utilitario de las chaquetas para hombre. 

Un material notable que se hizo popular durante la Primera Guerra Mundial fue la ‘gabardina’. Este material, hecho de lana o algodón de tejido tupido, ofrecía durabilidad y resistencia a la humedad, lo cual era esencial para los soldados en las trincheras. La gabardina se utilizó para uniformes militares y también inspiró la industria de la moda. Se utilizaba a menudo para las gabardinas, que se hicieron conocidas por sus propiedades repelentes al agua. 

Además, la lana y el algodón se utilizaron más durante la guerra, ya que estos materiales ofrecían calidez y durabilidad. Los colores solían adaptarse al entorno militar, con tonos tierra y motivos de camuflaje. Esto reflejaba la necesidad de contar con ropa práctica y de alto rendimiento en tiempos de guerra. 

Los ‘locos años 20’ 

La década de 1920 trajo una revolución en la moda. Las chaquetas para hombre se volvieron más cortas y rectas, con solapas más anchas y, a menudo, sin acentuar la cintura. Este período del estilo ‘flapper’ fue conocido por su libertad e inconformismo. Las mujeres también comenzaron a usar prendas más masculinas, incluidos los bléiseres. Esto comenzó a difuminar la línea entre la moda masculina y la femenina. Los tejidos se volvieron más ligeros y cómodos para adaptarse al estilo de vida más libre de la época. Las chaquetas y los bléiseres para hombre solían estar hechos de lana ligera, seda e incluso lino, lo que los hacía ideales para las estaciones más cálidas y las fiestas de baile de los locos años veinte. Estos materiales no sólo proporcionaban comodidad, sino también libertad de movimiento, algo esencial para los estilos de baile característicos de la época, como el charlestón. 

Las chaquetas durante la crisis económica 

Durante la crisis económica de la década de 1930, las chaquetas para hombre se volvieron más sencillas y menos extravagantes. La longitud de las chaquetas comenzó a crecer nuevamente y la moda para hombres se volvió más conservadora. Esto reflejaba la necesidad de ropa práctica durante tiempos económicos difíciles. La elección de los materiales para las chaquetas para hombre estuvo influenciada por consideraciones tanto económicas como prácticas. Los tejidos se volvieron más sencillos y baratos, y la lana seguía siendo una opción común. Pero ahora se utilizaban a menudo tipos de lana más barata y los colores eran a menudo tenues y neutros. La idea era enfatizar la sostenibilidad y la practicidad en tiempos de escasez y limitaciones financieras. 

La Segunda Guerra Mundial 

La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) trajo de nuevo cambios en la moda para hombres. Los uniformes y las influencias militares influyeron en el estilo. Los abrigos se hicieron populares y la funcionalidad era primordial, con bolsillos y detalles adaptados a las necesidades de la guerra. Los abrigos solían estar hechos de tejidos resistentes y duraderos, como la lana y la gabardina, que proporcionaban protección contra los elementos. La funcionalidad primaba sobre el lujo, lo que se traducía en tejidos sencillos y robustos, capaces de soportar los rigores de la guerra. 

Tu chaqueta como reflejo de tu entorno de vida

La evolución de las chaquetas y los bléiseres para hombre en la primera mitad del siglo XX reflejó los tumultuosos acontecimientos y los cambios sociales en Europa. Desde el elegante período eduardiano hasta las adaptaciones prácticas durante la guerra y la exuberante década de 1920, estas prendas reflejaban el espíritu de la época. Así que busca una chaqueta hecha de un material y con un look que represente lo que quieres transmitir sobre la época en la que vives.